domingo, 20 de junio de 2010

LA TRANSICION

Llamamos “LA TRANSICION” al período comprendido entre el 22 de abril de 2012 - día de las elecciones anticipadas que ganaron el grupo apolítico GSI con un inimaginable ochenta y cinco por ciento y con una participación del noventa y dos por ciento - al 10 de junio de 2013 fecha en que se aprobó la “Nueva Constitución” y que hasta la hoy no ha sido modificada.
La situación de la nación era insostenible y lo peor era que no se veía solución. Con más del veinticinco por ciento de paro y la mayoría sin ningún tipo de prestación o ayuda, pasando graves necesidades, los políticos seguían endeudando a la nación para luego seguir malgastando y derrochando lo conseguido.
En las elecciones del 2011 existió un cuarenta y cinco por ciento de abstención, lo cual reflejaba el descontento y la desconfianza de la sociedad hacia los políticos, hacia el sistema político en general, y lo peor era que las expectativas de abstencionismo electoral eran crecientes para elecciones próximas, en algunas zonas de la nación se llegó a superar incluso el setenta y cinco por ciento dando lugar a situaciones realmente complicadas ya que no estaba contemplada esa situación ni por supuesto existían leyes o normas para como actuar al respecto.
Con qué autoridad moral podían gobernar los partidos políticos ganadores si en algunos casos habían ganado las elecciones con menos de un veinte por ciento de los votos y encima no tenían mayoría suficiente para gobernar con tranquilidad.
Ante tal panorama meses después, un grupo de personas muy cualificadas profesionalmente hablando y con un alto compromiso con la sociedad fundaron el grupo apolítico denominado Gestorías Sociales Independientes y después de crear las bases de su “sistema democrático de gestión” empezaron la labor de informar a la ciudadanía y de invitar a los más cualificados a formar parte del nuevo proyecto de gestión.
Aunque una de las condiciones para formar parte de las gestorías era no haber pertenecido a ningún partido político tuvieron que contratar temporalmente varios grupos consultivos de asesores políticos de todos los partidos, pero eso sí, que se hubieran dado de baja de sus respectivos partidos y estuviesen liberados de todo aleccionamiento o ataduras anteriores a los cuales llamaron “Gestores Liberados”.
Como era de esperar la clase política reaccionó pero esta vez todos juntos, ya si que no existían las ideologías, ahora tenían que luchar contra un monstruoso y cada vez más fuerte enemigo común. Si el grupo GSI se hacía con el poder y con suficiente mayoría absoluta, todos los políticos sin distinción se irían al paro de un día para otro ya que aunque no se prohibirían los partidos políticos, sí se les reducirían al mínimo las asignaciones estatales de forma que les resultaría imposible enriquecerse a costa de las arcas del estado como hasta entonces y seguro que dimitirían en bloque, a no ser claro está que verdaderamente quisieran trabajar para y por el bien de la sociedad, cosa que podrían hacerlo con una asignación digna y la posibilidad de convertirse en Gestores Liberados si se viesen coaccionados o limitados por las directrices de su partido político.
Aunque muchos de los políticos se reciclaron como Gestores Liberados, varios grupos extremistas se organizaron en grupos de lucha armada contra el GSI llegando a cometer muchos atentados mortales tanto de líderes del GSI como de simpatizantes e incluso de grupos religiosos. Aunque estos últimos, los grupos religiosos, no tenían representación ni siquiera de consulta o de asesoría en el gobierno de la nación, sí contaban con unas asignaciones muy generosas, lo cual encendía las envidias, los odios y las iras de los extremistas políticos. Si bien en los colegios y universidades se estudiaba “historia de las religiones” como asignatura independiente al igual que “ciudadanía ética y moral” o “matemáticas” la religión solo se practicaba en el ámbito de lo estrictamente personal y familiar, existiendo así libertad total para la religión.
Fueron casi catorce meses, los más duros, sangrientos y difíciles de la nación pero ahora podemos estar seguros de que realmente valió la pena.

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